
Los tres reformadores protestantes –Martín Lutero, Ulrico Zwinglio y Juan Calvino- tenían perspectivas diferentes en cuanto a la celebración de la Navidad.
Hoy vamos a explicar brevemente la postura de cada uno de nuestros celebrados antepasados evangélicos.
1.- Lutero, totalmente a favor.
A Lutero -el más fogoso, carismático y gracioso de los reformadores- le encantó celebrar la Navidad y predicó muchas veces sobre el nacimiento de Cristo cuando se acercaba el 25 de diciembre.
Puesto que Lutero se aferró al principio normativo en la adoración, esto es, que se acepta todo lo que la Escritura no prohíbe en el culto público, el alemán se sintió enteramente justificado a la hora de celebrar la encarnación de manera especial una vez al año.
Lutero se aprovechó de las fechas especiales para dar a conocer las buenas nuevas del Evangelio de Cristo.
2.- Zwinglio, totalmente en contra.
Ulrico Zwinglio se ubicaba al otro extremo del espectro evangélico.
Sin lugar a dudas Zwinglio era el más radical de los reformadores magistrales; no obstante, los protestantes aun más radicales (los anabaptistas) acabaron apartándose del reformador de Zúrich por dos razones. Primero, porque Zwinglio seguía bautizando a los niños. Segundo, porque Zwinglio no creyó que la iglesia tuviese que independizarse del estado.

Zwinglio rechazó todos los días festivos eclesiásticos en Zúrich porque apoyaba el principio regulativo de la adoración, a saber, la idea de que las iglesias deben hacer solamente lo que las Escrituras exigen que hagan. Se opuso a cualquier celebración que no fuese explícitamente mencionada en el texto bíblico. Esta creencia es una de las diferencias clave entre las iglesias luteranas y reformadas.
Fue esa misma convicción tocante al principio regulativo la que llevó a los presbiterianos escoceses y a los puritanos ingleses a rehusar celebrar la Navidad. El gobernador reformado Oliver Cromwell se deshizo de la Navidad entre los años 1653 y 1658.
3.- Calvino, cada uno conforme a su conciencia.
Como en el caso de la Santa Cena, el que tuvo que mediar entre Lutero y Zwinglio con respecto a la Navidad fue el refugiado francés Juan Calvino.
Aunque Calvino aceptó el principio regulativo de Zwinglio y no el principio normativo de Lutero, creyó que cada congregación local podía determinar cómo mejor celebrar (o no celebrar) la Navidad.
A pesar de que algunos aseveren que Calvino se opuso a la Navidad, el reformador escribió dos cartas (en enero 1551 y marzo 1555) para aclarar su postura al respecto.
En la carta de enero 1551, explica que las autoridades de Ginebra ya habían abolido la celebración de los días festivos antes de que él llegara a la ciudad. Y dice en términos explícitos que él mismo –a nivel personal- sí celebraba “el nacimiento de Cristo”.
En la segunda carta, Calvino se opone a aquéllos que critican a ciertas iglesias que deciden conmemorar fechas especiales. Según el francés, estas cuestiones son “asuntos de indiferencia”. Cada iglesia puede tomar la decisión que sea después de haber meditado sobre el tema. En otras palabras, una iglesia tiene libertad en Cristo para celebrar la Navidad o para no celebrarla. Y no tiene porqué meterse con otras congregaciones que hacen lo contrario.
Conclusión
Estas tres corrientes siguen con el pueblo evangélico hasta el día de hoy. Así que no hay ninguna postura rotundamente evangélica en cuanto a la Navidad.
Personalmente, abrazo la postura de Calvino porque me parece la más madura, sensata, pastoral y la más afín a las palabras del apóstol Pablo: “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace” (Romanos 14:5-6).
Por lo tanto: si eres de la línea luterana o de la calvinista que opta por celebrar la Navidad: ¡te deseo una muy, muy, muy feliz Navidad este año!
Y si eres de la línea zwingliana, la anabaptista o de la calvinista que decide no celebrar la Navidad: ¡qué lo pases genial este mes de diciembre!
Soli Deo gloria.
El otro día refutaba a mi padre ,que erre que erre ,siempre me dice lo de la Navidad ,le dije ese mismo versículo,también le dije que no me fuera tan testigo de Jehová (lo fuimos y de pequeña esas fechas eran paganas ) así que yo celebró que Jesús nació un día se hizo hombre para que yo pudiera estar cerca del padre aunque no lo merezca
Amén, mi hermana. Te deseo una feliz Navidad en el gozo del Salvador. WG
Amén Pr.Will me gozo.en el Señor siempre que escucho sus prédicas y sus análisis apegados y fieles a la Palabra. Nosotros no festejamos como lo que festeja el mundo;ya que ellos festejan lo que ellos desean y como desean:alcohol – bailes- música mundana… y luego fiesta fuera de la.cena familiar,algunos. Y esto no es conocer al Dios santo santo santo!!! Lo que hacemos es reunirnos (si nos invitan,y la mayoría de las veces no lo hacen;porque no participamos de prácticas!) Y siempre en esas «casuales» reuniones predicamos a Cristo ??? …que creemos que por eso no nos invitan tan seguido ya… Bueno pastor le deseo una reunión familiar llena del amor del Señor y si se reúne con más familiares,el Señor le conceda el predicar el evangelio. Firme y adelante!!!!
Igualmente, Sabrina. Muchísimas gracias. El Rey de Belén está vivo!!! WG
chacun selon sa conscience. celui qui fête Noël, c’est bien, celui qui ne fête pas Noël, c’est bien! que personne ne vous juge pour une fête ou un sabbat, c’était l’ombre des choses à venir.
Colossiens 2:16-22
Que personne donc ne vous juge au sujet du manger ou du boire, ou au sujet d’une fête, d’une nouvelle lune, ou des sabbats:
17 c’était l’ombre des choses à venir, mais le corps est en Christ.
18 Qu’aucun homme, sous une apparence d’humilité et par un culte des anges, ne vous ravisse à son gré le prix de la course, tandis qu’il s’abandonne à ses visions et qu’il est enflé d’un vain orgueil par ses pensées charnelles,
19 sans s’attacher au chef, dont tout le corps, assisté et solidement assemblé par des jointures et des liens, tire l’accroissement que Dieu donne.
20 Si vous êtes morts avec Christ aux rudiments du monde, pourquoi, comme si vous viviez dans le monde, vous impose-t-on ces préceptes:
21 Ne prends pas! ne goûte pas! ne touche pas!
22 préceptes qui tous deviennent pernicieux par l’abus, et qui ne sont fondés que sur les ordonnances et les doctrines des hommes?
Joyeuses fêtes will!