Eduardo González ha denunciado públicamente a los pastores que “no quieren hablar de doctrina”.
En un impactante vídeo, el pastor bautista -afincado en Albacete- se ha quejado de ciertas respuestas que ha recibido en conversaciones con diferentes líderes evangélicos “de distintos ámbitos, lugares y denominaciones”.
Explica González que muchos predicadores actuales, al querer “agradar al hombre”, están más preocupados por actividades y proyectos que por convicciones bíblicas y la sana doctrina.
Andan buscando una “estrategia que [les] funcione” a la hora de ser más atractivos ante los ojos del mundo. Y miden el éxito de sus iglesias de una forma “mundana” tachando a los predicadores bíblicos de “fundamentalistas”.
Basándose en las cartas de Timoteo y Tito, el líder evangélico comenta que, “Si estas personas no tienen compromiso con la sana doctrina, estas personas no deberían estar en el ministerio.
“Hay pastores que lo que necesitan es poco menos que una orden de alejamiento del ministerio porque Dios no les ha llamado. No deben estar allí porque con su ambigüedad, indiferencia y deseo de agradar a todo el mundo, solo corrompen y destruyen a la iglesia del Señor”.
Se puede ver el vídeo completo aquí:
Totalmente de acuerdo con el Pastor Eduardo se perdió el amor por la base bíblica y doctrina, se cambió por amar a este mundo y sus deseos y muchos lo confunden con amar al prójimo.
Las ovejas somos tontas, en sentido genérico, pero, en nuestra confusión e ignorancia, sentimos malestar por hambre, manipulación, abandono, utilización… y no tenemos recursos clarificantes de esta situación.
Dios bendiga tu fidelidad, valor y servicio, al hablar verdad, y verdad de Dios, verdad bíblica, verdad constatable, VERDAD. Verdad que alimenta, sosiega, resuelve, reanima…
¡Dios mío!
Alabo a Dios por ponerte en el camino de muchas ovejas, necesitadas de cuidado y dirección, y a otros pastores Suyos, como ángeles en la tierra.
Ahorráis mucho psiquiatra, ¿sabes? En vuestra exposición de la Palabra va incluida medicina saludable y equilibradora. Ni que decir de la preparación para la obra del Espíritu Santo en las vidas. Y digo de la mía, y deseo en las de los demás.
El Señor te dé larga y fructífera vida para Su Gloria.
¡Gloria a Él por siempre!