
¿Orar por nuestras autoridades? ¡Sí!
¿Orar por el presidente? ¡Desde luego!
¿Orar para que venga el reino de Dios y que Su santa voluntad se haga en la tierra? ¿Cómo no?
Hasta ahora, ¡todo bien, muy bien!
Pero:
¿Hablar “sanidad, restauración y fortaleza” directamente al cuerpo de Trump?
¿Soltar el Espíritu Santo?
¿Desatar sabiduría del cielo?
¿Declarar que Dios usará a Trump para “cambiar el ambiente espiritual de esta nación”?
¿Quién se cree Maldonado? ¿Dios el Padre? ¿Jesucristo? ¿El Espíritu Santo?
La Biblia tiene más de 30.000 versículos y no encontramos ninguna oración con semejantes características.
La oración, según la Biblia, no es cuando declaramos las cosas conforme a nuestra voluntad; sino cuando agradecemos a Dios por lo que Él ha hecho y le pedimos las cosas que Él desea que pidamos.
El Catecismo mayor de Westminster ofrece una definición bíblica de la oración, “La oración es el ofrecimiento de nuestros deseos a Dios, en el nombre de Cristo, y por la ayuda de su Espíritu; confesando nuestros pecados y reconociendo con gratitud sus beneficios”.
¡Sí, señor! ¡Así es! ¡Gloria a Dios!
En la oración dependemos de Dios.
No «hablamos sanidad» al cuerpo de nadie. Pedimos por sanidad al Señor.
No soltamos el Espíritu. Pedimos que Dios nos dé de su Espíritu.
No desatamos sabiduría. Pedimos que Dios nos otorgue sabiduría.
Total, nos postramos en el polvo delante del Todopoderoso implorando su ayuda. Somos gusanos. Pero Él es glorioso.
¿Cómo es posible que la oración se haya convertido en un tiempo de engrandecimiento del ego humano?
Supongo que tiene que ver con la pérdida de lo que nuestros antepasados protestantes llamaron “una aprehensión de la majestad de Dios”. Francamente, nos hemos olvidado de que Dios es fuego consumidor, un Dios celoso y soberano, un “varón de guerra”.
Además, esta obsesión actual con declarar, desatar y soltar deriva de una falta de “un sentimiento profundo de nuestra indignidad”. Estamos tan llenos de nosotros mismos y de nuestra supuesta importancia que creemos que los cielos giran en torno a nosotros y a nuestra confesión verbal.
¡Cuánto más crece nuestro yo egoísta, más pequeño es Dios!
Ya no nos creemos indignos ante Dios, sino importantes, prestigiosos, imprescindibles, vamos, ¡nos creemos hasta apóstoles, patriarcas y dioses!
No se trata de lo que decretamos, desatamos y soltamos sino de lo que el Omnipotente Rey de gloria decreta, desata y suelta.
Necesitamos volver a la verdadera esencia de la oración, oponiéndonos al orgullito y teniendo presente que el mayor profeta de todos los tiempos –lleno del verdadero Espíritu Santo- dijo públicamente que, “Es necesario que Él crezca y yo disminuya”.
La oración no existe para dar a conocer nuestras declaraciones; sino para engrandecer al Señor del universo. Él es el Rey. Él es el único soberano. Él es Dios (no Maldonado). ¡Y esto sí hay que declararlo!
¿Orar por Trump? ¡Por supuesto que sí! ¡Pero oremos bíblicamente!
Pregunta:
¿Qué te parece la oración de Maldonado?
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Pueden leer la oración de Maldonado en español haciendo clic aquí.
Pobre señor ridículo (Maldonado) sólo le faltó hacer unos cuernos de hierro y decirle a Trump: ¡con estos cuernos acornearás a tus enemigos y los vencerás! Me da tristeza que la gente siga a estos charlatanes embusteros y confundan a la verdadera iglesia de Dios con estos últimos…
Pésima oracion, nada que ver con el modelo dejado por nuestro sr Jesucristo. Totalmente en contra.
Tiene razon el Pastor Graham la oracion no es para enorgullecer al hombre. Sino para mostrar nuestra total dependencia de Dios. Ver Padre Nuestro Mateo cap. 6
Así es, hermano Ángel. Hace falta más humildad. Un abrazo. WG.
Totalmente egocéntrico , el «yo» está centrado en su corazón , para él Dios está obligado a hacer lo que él manda , desde declararse un apóstol ya anda perdido ése personaje…Dios tenga misericordia de él…
Que se puede esperar de alguien que no es un siervo de Dios, sino que más bien encaja en el arquetipo presentado como advertencia a la iglesia en la epístola universal de Judas. Lo que le queda a la iglesia es atender y hacer lo que está descrito en los versículos 20 al 23.
Q distantes Están Todos Estos Falsos Apóstoles De la Verdad (tienen parte los cristianos Verdaderos ;con la política de este mundo 1: El dios de este sistema y de todos los gobiernos es satanas 1;Juan;5;29;2:Jesús dijo Q los cristianos Verdaderos no don parte de es mmdo(Juan ;28;26;16;14.16.17) Algo mas Jesús no Hacepto Q lo icieran Rey Q no se mezcló con la política(Mateo;4;8-11)y Juan ;6:10-15) X Esa razón todos estos llamados cristianos Falsos también Son Parte de La Gran Ramera Babilonia La Grande;hijas de Ella y Pronto Ban A Resivir,paga ;Apocalipsis;17;18:::Así Q prepárense Falsos.opostoles ,pastores etc etc esta muy seria SuFin,
Jbarcos Es una tristeza como un hombre como m
Maldonado que sus comienzos fueron en sana doctrina cristiana, pero hoy nos deja bien claro el pecado original el creernos igual o mejor que Dios, en prédica y ora por conveniencia “mamon” Dios dinero.
El señor Jesús dijo “Por sus frutos los conoceréis”