
¿Hay psicología cristiana?
Por supuesto que un profesional puede ser cristiano –cualquier profesional- y tendrá una ética diferente. Pero es difícil pensar que un abogado haga abogacía cristiana, diferente de los demás abogados; o que un carpintero haga carpintería cristiana, diferente a los demás carpinteros.
De hecho, aquí hay una cita de la Asociación Cristiana de los Estudios Psicológicos:
“A menudo se nos pregunta si somos psicólogos cristianos. Y encontramos difícil dar una respuesta puesto que sabemos lo que la pregunta implica. Somos cristianos que somos psicólogos. Y es difícil suponer que trabajamos de una manera fundamentalmente distinta a nuestros colegas no cristianos”.
¿Nos damos cuenta de lo que están diciendo?
Aquellos psicólogos que son cristianos son psicólogos y son cristianos; pero practican la misma psicología que vemos en el mundo, una de las trescientas y pico escuelas que tenemos allí fuera.
Por tanto, no existe tal cosa como la psicología cristiana.
Hay psicólogos que son cristianos que practican algunas de esas escuelas pero la psicología no se convierte en cristiana espolvoreando unos versículos bíblicos por encima.
Eso es como decir, “Mi familia es cristiana porque puse un pececito en el coche”.
Está muy bien que pongas el pececito en el coche. Pero eso no os convierte en cristianos.
Del mismo modo, si un psicólogo da una conferencia sobre el autoestima y luego un psicólogo cristiano da la misma conferencia sobre el autoestima pero usa un versículo bíblico al final, eso no la convierte en psicología cristiana.
Dice J. Vernon McGee, el maestro bíblico:
“La llamada psicología cristiana no es sino psicología secular vestida de tópicos píos y de retórica religiosa”.
Es la misma psicología del mundo usada con términos cristianos para ser consumida por evangélicos, sin más ni menos.
Pueden encontrar el pastor David Barceló en Facebook haciendo clic aquí.