
Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra, y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis (Números 15:39).
Confieso Señor que yo también soy tentado a seguir más a mi corazón y mis ojos que a tu palabra, a tu ley; que soy tentado a creer que mis sentimientos son más profundos que los tuyos y mis juicios más sabios.
Protégeme de esta prostitución espiritual, a querer venderme y mostrarme al mundo en lugar de a ti, el querer que la gente que busque ayuda o salud del alma me escuche a mí y no a tu palabra.
Todo lo que yo puedo hacer (lo que debo hacer) para mí mismo y para otros, es llevarles a él y hacerles oír su palabra, mostrar que solo su ley lleva a la santidad, a la fe y al arrepentimiento.
Ya no tengo que llevar franjas en mis vestidos o flecos en mi manto (Deut. 22:12) para recordar tus mandamientos, pues hoy en día puedo llevar conmigo siempre una copia de la Escritura (en papel o en iPad) y acudir constantemente a ella por necesidad o por placer.
En esta mañana Señor ayúdame a recordar que solo tu palabra es el camino para ser santo para ti y no mi juicio que tantas veces se ha equivocado.
Blog Luis Cano

Esta serie se encuentra publicada en la página web de la iglesia de Ciudad Real donde pastorea nuestro hermano Luis Cano. Podéis acceder a la página haciendo clic aquí.