
20 profecías mesiánicas en los Salmos:
1.- Yo publicaré el decreto; el Señor me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy (Salmo 2:7).
2.- Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies (Salmo 8:6).
3.- Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción (Salmo 16:10).
4.- Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? (Salmo 22:1).
5.- Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó al Señor; líbrele él; sálvele, puesto que en él se complacía (Salmo 22:7-8).
6.- Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies (Salmo 22:16).
7.- Repartieron entre sí mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes (Salmo 22:18).
8.- El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado (Salmo 34:20).
9.- No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos, ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo (Salmo 35:15).
10.- Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado y tu ley está en medio de mi corazón (Salmo 40:7-8).
11.- Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar (Salmo 41:9).
12.- Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino (Salmo 45:6).
13.- Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios (Salmo 68:18).
14.- Porque me consumió el celo de tu casa; y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí (Salmo 69:9).
15.- Me pusieron además hiel por comida y en mi sed me dieron a beber vinagre (Salmo 69:21).
16.- Sean sus días pocos; tome otro su oficio (Salmo 109:8).
17.- El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies (Salmo 110:1).
18.- Juró el Señor y no se arrepentirá: tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec (Salmo 110:4).
19.- La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo (Salmo 118:22).
20.- Bendito el que viene en el nombre del Señor; desde la casa del Señor os bendecimos (Salmo 118:26).