
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos (Mateo 5:16).
Señor me pides aquí cosas muy difíciles o al menos así me parece, aunque también sé que nunca me pides algo imposible para mí.
¿Ser yo luz? ¡De qué manera tienes que haber obrado en mi alma para que siendo, como era, un hueso seco, sin vida espiritual, mera ceniza consumida, ahora pueda ser luz!
¿Y ser yo luz delante de los otros? ¡Pero si apenas puedo alumbrar mis pasos o guiar sabiamente mi propio corazón! Da a ellos ojos grandes, buena vista y voluntad para ver lo que yo pueda alumbrar.
Obras buenas, eso tienen que ver, esa es la luz que tengo que dar. Sí, eso esperas de mí como hijo tuyo.
Hacer tu voluntad, apartarme de iniquidad (2 Timoteo 2:19), buscar lo que es santo, justo y bueno (Rom. 7:12) y hacerlo, vivirlo de tal manera que otros puedan verlo. Me temo que será poco bueno y mucho malo lo que podrán ver en mí. Señor ayúdame.
¿Es posible que hoy, mañana, algún día pueda haber alguien que pueda darte gloria por mi causa? ¡Qué gran privilegio!
Pero al menos que sea yo quien te dé gloria.
Blog Luis Cano
Esta serie se encuentra publicada en la página web de la iglesia de Ciudad Real donde pastorea nuestro hermano Luis Cano. Podéis acceder a la página haciendo clic aquí.
Buen post hermano, solo en la cita de Timoteo es la segunda carta y no la primera, bendiciones