
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama (Mateo 12:30).
Señor, nos dejas poca alternativa, o es uno o es lo contrario, no hay neutralidad. No hay lugar para estar sin ti, para el “no sabe no responde”. O somos tuyos o somos tus enemigos.
Y es así, ahora lo entiendo Señor, porque en esta vida recogemos, edificamos y atesoramos, y se refiere a beneficios para el alma, fortaleza para el corazón y tesoros en el cielo, o desparramamos, vamos tirando y perdiendo a lo largo de nuestra vida. ¡Cuántas herencias malgastadas en cosas inútiles y poco duraderas! ¡Qué engañosos son esos deleites temporales del pecado (Hb. 11:25) y cuánta demanda de esfuerzo intelectual, afectos familiares y perdida de amistades!
En estos instantes suena en mi cerebro (¿o en mi corazón?) tu voz diciéndome ¡Conmigo, conmigo! Y miro a mi alrededor queriendo verte y así correr y apegarme a ti e ir a donde tú vas, quedarme donde tú reposas y hacer lo que tú hagas. Pero soy torpe y soy lento, necesito que me ayudes y que en ninguna manera derrame en el suelo ninguna de tus bendiciones ni que use indignamente ninguno de tus dones.
Blog Luis Cano
Esta serie se encuentra publicada en la página web de la iglesia de Ciudad Real donde pastorea nuestro hermano Luis Cano. Podéis acceder a la página haciendo clic aquí.
