La escatología es el estudio de las últimas cosas.
En el campo de la teología podemos decir que la escatología es el estudio de todas aquellas cosas que tienen que ver con el final.
Primeramente, podemos decir que hay una escatología que se refiere al final de la vida del hombre. Es decir, el ser humano muere. Y la escatología nos habla sobre lo que sucede después de la muerte. ¿Cuál es el estado del hombre tras la muerte? ¿El alma es inmortal o no? ¿Adónde va el hombre? ¿Al cielo o al infierno? La escatología también apunta hacia la consumación, la resurrección final cuando los hombres recibiremos nuestros cuerpos. Ya sea para una resurrección de vida o de condenación.
Y esto nos llevaría al siguiente aspecto de la escatología. No solo tiene que ver con lo que nos ocurre tras la muerte a los seres humanos independientemente de cuál sea nuestro destino sino que también apunta a lo que ocurrirá al final de la historia con la venida de nuestro Señor Jesucristo. Recordemos que la escatología tiene que ver con las últimas cosas.
Esperamos al Señor. Esperamos que Él vuelva en poder y en gran gloria. Y esperamos que Él venga no solamente a recoger a su pueblo sino también a traer un juicio a toda la humanidad. Y lo que esperamos después de eso es la eternidad.
Así que la escatología nos habla de lo que ocurre al morir pero también apunta a la consumación.
La Biblia es un libro altamente escatológico. Desde Génesis ya se nos está hablando apuntando a la consumación del final de la historia. Y a lo largo de las Escrituras igualmente apuntan hacia ese final de la historia. El mismo Señor Jesucristo apuntó repetidas veces hacia su venida. Y lo mismo hicieron los apóstoles.
La escatología es hermosa porque afirma nuestra esperanza como cristianos. No sólo que después de la muerte a los hijos de Dios nos aguarda el estar en la presencia del Padre y que se hará justicia y que todos aquellos inicuos también recibirán justicia, pero también está apuntando a lo que Dios hará en su venida para consumar todas las cosas e instaurar definitivamente su reino eterno por medio de Jesucristo.
Blog Javier Pérez