
El encadenamiento de Satanás se registra en Apocalipsis 20:1-3.
Dice el texto en cuestión:
Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo y lo encerró y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
Hay que interpretar el lenguaje de este pasaje simbólicamente por dos razones.
Primero, a nivel más general el género literario apocalíptico es fuertemente figurativo.
En segundo lugar, las expresiones de nuestro texto no se pueden interpretar literalmente. Por ejemplo:
- ¿Tienen los ángeles manos?
- ¿Se puede atar un espíritu con una cadena?
- ¿Se puede encerrar un espíritu en un lugar físico?
El lenguaje tocante al encadenamiento de Satanás es simbólico. Por lo tanto, hacemos mal en interpretar los mil años literalmente. Tanto el pasaje que tenemos sobre la mesa (Apocalipsis 20:1-3) como el libro completo son figurativos. Los mil años aluden a un largo período de tiempo; y el número mil significa plenitud.

Entonces, ¿cuándo sucederá el encadenamiento de Satanás? En realidad, ya se dio en la primera venida del Señor Jesús.
- La primera prueba se encuentra en Apocalipsis 12 (en el contexto de la encarnación del Hijo de Dios) donde se describe la caída del maligno. Satanás, en palabras de Juan, “fue lanzado fuera” (12:9).
- Cuando Cristo iba echando fuera los demonios por el poder del Espíritu, explicó que para poder saquear los bienes del hombre fuerte, primero habría que atarle (Mateo 12:29). ¿Quién es el hombre fuerte? Satanás. ¿Y quién ató al hombre fuerte? Cristo.
- Cuando los setenta habían vuelto de predicar el evangelio, Jesús dice que vio a Satanás como un rayo cayendo del cielo (Lucas 10:18). La idea es que Satanás no podía impedir que la proclamación del evangelio corriera. Este verso encaja con Apocalipsis 20:3 donde se nos dice que el diablo está atado en el sentido de que no puede engañar más a las naciones. El evangelio está corriendo con poder por las naciones gentiles porque Satanás está atado.
- En Juan 12:31 Cristo dijo claramente que por medio de su muerte en la cruz que, “ahora el príncipe del mundo será echado fuera”. El mensaje de la sangre derramada de Cristo iba a frustrar los propósitos de Satanás. Las naciones ya no andarían más en oscuridad.
- Colosenses 2:15, Hebreos 2:14 y 1 Juan 3:18 afirman que Cristo destruyó el poder del diablo en su primera venida.
Es decir, Cristo ató al hombre fuerte cuando vino a la tierra. Encadenó a Satanás hace dos mil años gracias a su vida, muerte, resurrección y ascensión.

“Pero –dirán algunos- ¿cómo puede usted decir que Satanás está atado si hay tanta maldad en el mundo hasta el día de hoy?”
Creemos que Satanás está atado; pero no aniquilado. Un perro agresivo encerrado en un jardín puede hacer mucho daño a los que neciamente entran en el jardín; pero fuera del jardín, el perro no puede tocar a nadie. Satanás puede obrar dentro de su esfera de influencia; pero no más allá de ella.
Y otra cosa que habría que resaltar antes de acabar es: ¿en qué sentido está el diablo atado?
Está encadenado en el sentido de Apocalipsis 20:3, es decir, no puede engañar más a las naciones (los gentiles). Antes de la muerte y resurrección de Cristo, el conocimiento salvador de Dios fue prácticamente limitado a la tierra de Israel; pero después del derramamiento del Espíritu en el día de Pentecostés, el evangelio comenzó a cubrir toda la tierra.
En casi todos los países gentiles del mundo, nos topamos con congregaciones cristianas porque Satanás no puede engañar más a las naciones hasta que “los mil años” se hayan completado. Los gentiles ya no están en tinieblas. En suma, Satanás está atado.
- Está atado porque no puede impedir que el evangelio corra por todo el mundo.
- Y los mil años aluden a casi todo el período de tiempo entre la primera y la segunda venida de Cristo. Decimos “casi todo” porque al acabar los mil años, el diablo será “desatado por un poco de tiempo” para volver a engañar a las naciones con el fin de llevar un ataque final contra los santos del Señor Jesucristo.
Esperamos que este artículo haya servido para aclarar las dudas de algunos de nuestros lectores.
Pastor Will Graham – Almería
