La epístola del apóstol Santiago, es la primera que se escribió de todo el Nuevo Testamento e iba dirigida a los judíos repartidos por las diferentes regiones de toda Asia menor.
Es una carta, principalmente exhortativa a no hacer distinciones en la iglesia por clases sociales, a no murmurar, a poner en obra las doctrinas aprendidas de Jesucristo: a ser íntegros, en definitiva, con el evangelio y la gracia que se predica.
En el capítulo 5 de esta carta, hay dos versículos que me gustaría analizar brevemente:
Santiago 5:14-15:
“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.”
Desgraciadamente, muchos hermanos malinterpretan estos versículos diciendo que, lo que está diciendo aquí Santiago es que, al ungir los ancianos de la iglesia con aceite al enfermo, este sanará milagrosamente porque el aceite “simboliza al Espíritu Santo”.
Pero están cayendo en el error de interpretar la Biblia a la luz de lo que ellos quieren creer y no a la luz de lo que la Biblia dice:
1.- El ungimiento con aceite simbolizaba al Espíritu Santo solamente en el Antiguo Testamento.
En el Nuevo Testamento el Espíritu Santo ya se manifestó de forma directa en la iglesia. En todo el Nuevo Testamento no aparece nunca, ni Jesús, ni los apóstoles ungiendo a nadie con aceite para que le sea derramado el Espíritu Santo.
2.- El aceite, desde hace miles de años, se usa como un desinfectante e, incluso, como regenerador de tejidos
Es decir, para sanar heridas. También se usaba para calmar los dolores.
3.- El aceite se usaba como “cosmético”
Era una costumbre que tenían en la época antigua, ungirse los cabellos con aceite perfumado, con especias.
Era como ahora, por ejemplo, nos ponemos gomina en el pelo, y nos ponemos perfumes también.
Por lo tanto, cuando está hablando de los ancianos y el aceite a los enfermos, está hablando que vayan a ayudarles, consolarles, poniendo aceite en sus heridas y que oren por ellos. Está exhortando tanto al enfermo a que llame a los ancianos, como a los ancianos a que visiten a los enfermos con esta función de oración y consuelo.
Después, el versículo 15, dice que “la oración de fe salvará al enfermo y sus pecados serán perdonados.”
La palabra en el idioma original que se traduce aquí como “salvará”, es “σῴζω salvar, librar”. Significa eso, “salvar”, de salvación. La palabra que se usa en el Nuevo Testamento para sanar dolencias y enfermedades es la palabra “θεραπεύω curar, sanar” (Mt 4:23,24; 8:7,16; 9:35; 10:1,8; 12:10,15,22; 14:14; 15:30; 17:16,18; 19:2; 21:14; Mc 1:34; 3:2,10; 6:5,13; Lc 4:23,40; 5:15; 6:7,18; 7:21; 8:2,43; 9:1,6; 10:9; 13:14(×2); 14:3; Jn 5:10; Hch 4:14; 5:16; 8:7; 17:25; 28:9; Ap 13:3,12)
Así que, lo que dice Santiago es que lleven el aceite, por sus propiedades curativas física no místicas, y que la oración de fe de los ancianos es para salvación y perdón de pecados.
Aun así, se puede entender que algún hermano malinterprete ese pasaje de Santiago, todos malinterpretamos algunos pasajes porque aún no podemos entender todo, ya que estamos en un cuerpo sin glorificar.
Debemos tener paciencia entre nosotros e intentar ayudarnos unos a otros a entender los pasajes. Un hermano me ayudará a mí con uno, yo ayudaré a otro hermano con otro pasaje y así, lo importante, ¡Cristo será glorificado!
Enrique Bernardini