Los exponentes conocidos del movimiento apostólico y movimientos afines se esmeran en “declarar” en el “nombre de Jesús”, confesando positivamente que el coronavirus quedó “atado”, porque Dios les confirió la autoridad sobre ciertos territorios.
No obstante, el virus ya se convirtió en una pandemia. Esto nos deja la pregunta: ¿por qué estas declaraciones positivas no acaban con el Covid-19?
Permítanme mencionar algunas razones:
1. Orar a Dios con términos como “declarar”, “atar” o con frases como “en el nombre de Jesús” no es bíblico
Detrás de este tipo de oraciones está un movimiento pagano y ocultista del siglo XIX (conocido como Nuevo Pensamiento) de los EEUU que asumía que la mente tenía un poder creador y podría cambiar la realidad corporal y material, es decir, la mente está por encima del cuerpo y la materia. Los poderes creativos de la mente se activaban con confesiones positivas. Esto es una especia de “magia mental”.
2. Estas ideas y su magia mental fueron cristianizadas (en un proceso complicado) y absorbido por varios movimientos pentecostales a partir de los años 40 y 50
A partir de ahí, se expandieron fuertemente e influyeron el neopentecostalismo moderno, el evangelio de prosperidad y el movimiento apostólico.
Ahora la muerte de Jesucristo me da derecho a sanidad, prosperidad y victoria por la fuerza de la fe, la cual es activada por la confesión positiva. Así la fe ejerce mediante una mente cristiana dominio sobre el cuerpo y el mundo material. Por ende, personas especialmente ungidas tienen el poder de declarar el fin del Covid-19.
3. La oración no le otorga a Dios «permiso» para que actúe
Aunque debería escribir aquí una teología bíblica de la oración, me limito a un comentario: Dios es soberano y ningún tipo de oración le otorga “permiso” para que actúe. No obstante, los creyentes somos exhortados de interceder ante Él incesantemente y confiar de que todo lo que ocurra finalmente servirá para nuestro bien.
Un comentario más: orar en el nombre de Jesús de acuerdo a Juan 14:13 no es una fórmula mágica que genere el resultado deseado. Eso sería hechicería cristiana. Orar en el nombre de Jesús significa orar de acuerdo a la voluntad y a conformarse al ejemplo de Jesús (1 Juan 5). El creyente cristiano, por lo tanto, terminará toda oración con la frase: “Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). Esta oración no muestra una debilidad de fe, sino reconoce que estamos en las manos de nuestro buen padre que está en el cielo.
4. Enfermedades y epidemias acompañan la historia del mundo hasta el final
“Atar” a una epidemia no parece adecuarse a la voluntad revelada de Dios, porque ignora que toda la naturaleza sufre las consecuencias del pecado y espera la salvación final que únicamente el Padre mediante su Hijo puede “declarar”.
Rainer Siemens
Profesor de teología del CEMTA
Pregunta al lector: ¿cómo explicas el auge de «declaraciones proféticas» en el tiempo de oración congregacional? ¿A qué se debe? Deja tu respuesta en la sección de comentarios. Gracias.
En primera instancia, creo que cuando tenemos claro quién es Dios, como es mi caso, no me a acojo a este tipo de oración, no me siento cómoda. Lo que me hace sentir bien es buscar la presencia de Dios, alabarle y agradecer Su protección y misericordia por cada nuevo día de vida. Tampoco me hace sentir bien el calificar o juzgar
a un siervo de Dios, que si no está haciendo bien las cosas, que sea Dios quien lo juzgue, según la Palabra es el único que puede hacerlo. Lo que si sería más sabio, es que una autoridad espiritual le reconviniera, con el respaldo de Dios, para que no guíe de esa manera a su iglesia, es decir, a su congregación, que por lo que he sabido es bastante numerosa. Mientras tanto, los verdaderos cristianos deberíamos estar dedicados a la tarea de llevar el Evangelio a quienes no lo conocen, a quienes no conocen el verdadero amor y poder de Dios.
Test de los espíritus
1Juan 4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
Todos los hijos de Dios tenemos autoridad espiritual, porque al ser rescatados por Cristo, El nos la dio. Siempre ese temor a juzgar, el Nuevo Testamento nos enseña a levantarnos contra falsos profetas. Y Maldonado, se sabe, poco tiene de cristiano.
Este no es un falso apóstol la única autoridad es nuestro señor Jesucristo es herejía lo que dice esta falso profeta porque el de indentifaca como apóstol y en nombre de Jesús …el dice que prohíbe que se haga legal osea lo dice el ordenaba el que todos los espíritus de sequen ….Dios todopoderoso es el único que por su voluntad puede dar o quitar nosotros solo podemos más que orar …para que haya sanación para las naciones Dios es el creador que somos nosotros para darle órdenes …?
Soy católico, pero que manera de engañar a la gente. O sea Dios se pone a sus ordenes, porque está forzando a Dios a que haga el «milagro».
Bueno en el país de los ciegos, el tuerto es el rey.