
En un reciente vídeo cantante evangélico Alex Sampedro ha puesto en tela de juicio la doctrina bíblica del infierno.
El músico lanza varias acusaciones contra los proponentes del castigo eterno; pero en vez de centrarme en ellas, quisiera simplemente criticar los argumentos centrales de su grabación.
Escribo este artículo impulsado por un gran amor hacia la juventud evangélica en España (y hacia el pueblo de Dios en general). Qué el Buen Pastor os proteja a todos, queridos y amados hermanos. Os amo en el tierno amor del Salvador.
Podríamos resumir la esencia de la enseñanza de Sampedro en doce puntos:
1.- La palabra española “infierno” no aparece en la Biblia
Así es. La palabra española infierno no aparece en los manuscritos originales de la Biblia.
Las palabras “Trinidad” y “Encarnación” tampoco aparecen en la Biblia.
Lo que cuenta es el concepto del infierno; no el vocablo en sí.
Por cierto, la palabra “aniquilacionismo” tampoco es bíblica.
El primer argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.
2.- La palabra “gehena” no aparece en los libros enviados a los gentiles
A ver.
Las palabras “Trinidad” y “Encarnación” tampoco aparecen en los libros enviados a los gentiles.
Lo que cuenta es el concepto del castigo eterno, no el vocablo “gehena”.
¿Quiénes son los autores de los libros “gentiles” de la Biblia?
Marcos (a los romanos), Lucas (envió dos tomos a un griego), Pablo (a varias comunidades gentiles), Pedro y Juan (a los hermanos de Asia Menor). ¿Y qué hacemos con la epístola de Judas? ¿Fue la carta redactada para judíos o gentiles? ¿Quién sabrá? Pero bueno, la vamos a incluir en la lista.
Iremos uno por uno.
Primero, Marcos. “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga” (Marcos 9:43-44).
Lo curioso es que aquí Marcos, escribiendo a los romanos, sí utiliza la palabra “gehena”. Pero bueno, lo que importa es el concepto del castigo eterno; no el vocablo.
Segundo, Lucas. “Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed” (Lucas 12:5).
Lo realmente curioso es que aquí Lucas, escribiendo a un griego, sí utiliza la palabra “gehena”. Pero bueno, lo que importa es el concepto; no el vocablo.
Tercero, Pablo.
Permitidme citar aquí el mayor experto paulino del siglo XX y el autor del mejor libro sobre la teología paulina en la historia de la iglesia, a saber, Herman Ridderbos (el libro en castellano se llama El pensamiento del apóstol Pablo).
“Pablo declara la certeza de este juicio [sobre los incrédulos] de modo inequívoco, para lo cual muchas veces usa palabras derivadas de la predicación veterotestamentaria del juicio.
“Pablo habla del juicio como ruina, muerte, paga, destrucción eterna, indignación, ira, tribulación, angustia (1 Tesalonicenses 5:3; 2 Tesalonicenses 2:9; Filipenses 1:28; 3:19; Romanos 2:8-9; 6:21)”.
Citaré un solo pasaje de Pablo sobre el castigo eterno. “Es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan […] cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:6, 7-9).
El Dios de los gentiles pagará con tribulación a todos los enemigos de Cristo. Una persona que simplemente “deja de existir” al morir no es consciente de pena y/o tribulación.
Los últimos tres autores – Pedro, Juan y Judas- aprendieron su escatología a los pies de Cristo. Pedro y Juan formaron parte del grupo de los doce mientras que Judas era el hermano del Señor.
Sería absurdo suponer que los tres varones se hubiesen apartado de la doctrina del castigo eterno enseñada por su maestro.
Aquí es Sampedro, el revisionista, quién tiene que demostrar que los tres hombres en cuestión eran aniquilacionistas. No hay nada en sus escritos que indique que habían cambiado de postura sino todo lo contrario.
La escatología de castigo eterno promulgada por Jesús nos ayuda interpretar textos de Pedro tales como 1 Pedro 2:8, 19; 4:5; 4:17; 2 Pedro 2:4, 9, 12, 17, 21; 3:7, 9, 16; y textos de Judas como Judas 1:4-7, 10-15, 23.
¿Y Juan? ¿Qué diré de Juan? ¡Pues, que los aniquilacionistas se pongan a leer el libro de Apocalipsis!
Total: la palabra “gehena” sí aparece en los escritos de Marcos y Lucas y el concepto del castigo venidero está presente en todos los demás autores.
El segundo argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.
3.- El adjetivo “eterno” no siempre significa eterno en el griego
Cierto. No siempre. Pero casi siempre. El adjetivo eterno (aionios) se utiliza 71 veces en el Nuevo Testamento. 68 veces significa “eterno” y tres veces – en los escritos paulinos- alude a la eternidad pasada (Romanos 16:25; 2 Timoteo 1:9; Tito 1:2). O sea, “eterno” significa “eterno” en un 95,8% de los casos.
Sampedro comete un error en este punto pensando que “el fuego eterno” mencionado en Judas 1:7 se refiere al juicio pasado de Dios contra Sodoma cuando en realidad el uso del participio presente en el griego indica que el texto alude al sufrimiento actual de los sodomitas en el infierno.
También, a nivel puramente lingüístico, se equivoca confundiendo “eterno” (aionios) en Judas 1:7 con “siglo(s)” (aion) en Efesios 1:21 y 2:7.
El tercer argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.
4.- El adjetivo “eterno” no siempre significa eterno en el hebreo
Cierto.
Hay que interpretar el pasaje en su contexto para saber si alude a la eternidad o no.
Felizmente, tenemos una clara defensa de la doctrina del juicio eterno en Daniel 12:2 donde el profeta escribe que en el día final, se levantarán “unos para vida eterna (olam) y otros para vergüenza y confusión perpetua (olam)”.
Si Sampedro quisiera interpretar la última clausula del verso de Daniel dando a entender que la vergüenza y la confusión del impío no serán eternas, tendría que ser fiel a su hermenéutica y deshacerse de la doctrina de la “vida eterna” en la primera clausula también porque se emplea el mismo adjetivo (olam) en los dos casos.
Por cierto, hablando de olam, el cantante se equivoca diciendo a sus seguidores que la palabra hebrea para “eterno” es olam pero prosigue a citar tres pasajes donde se utiliza el verbo kabah (Levítico 6:12-13; Isaías 66:24; Jeremías 17:27).
El cuarto argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.

5.- ¿Cómo podremos alegrarnos en el cielo sabiendo que nuestros seres queridos están en el infierno?
No lo sé. Pero mi estado emocional no es un argumento contra la existencia del infierno. Los protestantes hacemos teología a partir de Sola Scriptura.
El quinto argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.
6.- La doctrina del “infierno” es una piedra de tropiezo para los incrédulos
Así es. Toda la revelación de Dios es una piedra de tropiezo para los incrédulos. Pero no quiere decir que el infierno no sea una doctrina bíblica.
El sexto argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.
7.- Hay muchos teólogos que creen en el aniquilacionismo
Claro.
Hay muchos teólogos como Barth y Tillich que eran adúlteros desgraciados. Hay muchos teólogos que creen que María es corredentora y que el Papa es la cabeza de la iglesia. Hay muchos teólogos que creían que Hitler era la caña. Hay muchos teólogos como Satanás que saben citar el Salmo 91.
¿Y qué? ¿Hay que prestarles atención?
Los protestantes usamos las enseñanzas de Cristo para criticar a los teólogos: ¡nunca al revés!
El séptimo argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.
8.- La existencia del infierno no hace justicia al carácter de Dios
Pues, depende. Si tu “dios” un ídolo, desde luego que la doctrina del infierno no hace justica a su carácter.
Pero si tu Dios es el único Soberano, el majestuoso Rey de gloria, el Dios de los profetas, los apóstoles, los reformadores y los puritanos, el Dios de Edwards, Whitefield, Spurgeon, Ryle y Lloyd-Jones, el infierno sí hace justicia al carácter de Dios porque el Santo Ser de las Escrituras está airado contra los impíos todos los días.
El Dios de las Escrituras está casado con la justicia. Y por eso, todos los incrédulos serán grandemente castigados en el día de Jesucristo.
El octavo argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.

9.- Satanás no está sentado gobernando en el infierno
Amén. Cien por cien de acuerdo.
Pero el noveno argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.
10.- Han existido seis escuelas en la historia de la iglesia sobre el infierno
Ok. ¿Qué está diciendo? ¿Que la verdad no es la verdad porque existe la falsedad?
Aquí va una pregunta con seis opciones.
La pregunta es:
1 + 1 = ¿?
Las seis opciones son: 1, 2, 3, 4, 5, 6.
Según Sampedro, si hay seis opciones, no podemos estar seguros de que uno más uno son dos.
El décimo argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.
11.- La muerte, el Hades, Satanás, el falso profeta y la bestia serán lanzados al lago de fuego, no las personas
Bueno, sí y no.
Sí porque la muerte, el Hades, Satanás, el falso profeta y la bestia serán lanzados al lago de fuego para ser atormentados eternamente (Apocalipsis 20:10, 14).
No porque Apocalipsis 20:13 y 15 se leen, “La muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras […] y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.
El Señor Jesucristo enseña la misma doctrina en Mateo 25:41, “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”.
El undécimo argumento no es un argumento contra la existencia del infierno.
12.- Hay que hacer teología a partir de Jesús
Amén. ¿Y qué dijo Jesús?
“Apartaos de mí, malditos al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41).
“Irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna” (v. 46).
Como en el caso de Daniel 12:2, Sampedro tiene que ser coherente. Si el castigo del impío no es “eterno”, la vida “eterna” tampoco es eterna.
Cristo es el que más enseñó sobre la condenación venidera en las Escrituras.
Así que el duodécimo argumento no es un argumento contra la existencia del infierno sino un poderoso argumento a favor de su existencia.
Conclusión
En suma, el castigo del impío será eterno.
Y antes de acabar, quisiera recordar a todos mis hermanos que la teología liberal siempre nace con la negación de la eternidad del castigo.
¡Tened cuidado con los maestros “evangélicos” que se creen más buenos y dulces que Dios! ¡Aléjate de aquellos que se consideran a sí mismos más cristianos que Cristo!
¿Repensar el infierno? ¡No, hermanos!
¡Sola Scriptura! ¡Solus Christus!
Con mucho amor en el Salvador Jesucristo.
¡Bendiciones para todos, preciosos hermanos!
Artículo relacionado: Alex Sampedro: El sufrimiento eterno contradice la Biblia (Juan Paulo Martínez).
Pregunta al lector: ¿Por qué piensas que es tan peligrosa la negación del castigo eterno? Deja tu respuesta en la sección de comentarios. Gracias.
Gracias will por tan clara información, eres una gran bendición para mi vida, aunque sea pastor y conozca la palabra, tu eres muy amable y responsable al decir las cosas que dices y eso a mi me ayuda a seguir con más pasión que nunca a confrontar la mala doctrina, seguí adelante, te aprecio mucho gracias
1. Porque niega la verdad de Dios.
2. Porque resta a la Palabra de Dios.
3. Porque «engaña» a los cristianos.
4. Porque oculta la verdad a los pecadores.
5. Porque quita a los hombres el temor de Dios.
6. Porque frena que los hombres corran a Cristo.
7. Porque impide ver la gloria del Evangelio.
es un Apostata lo tuvimos de invitado en la Cd Monterrey NL , Mexico, El Espiitu Santo me redarguia y me tenia muy muy inquieto al escuchar lo que hablaba al pueblo de DIOS dentro de todos su mugrero que hablo se burlaba de algunos de los personajes que el Señor menciona en su Santa Palabra, es un motivador , Gloria a Dios por su presencia en mi vida, y poder discernir estos lobos disfrazados de ovejas. DIOS LOS BENDIGA HERMANOS
Gracias Will
La doctrina del infierno violenta nuestra naturaleza pecaminosa y nuestro pensamiento humanista, orgulloso y egocéntrico. Pero sin duda es una de las más claras y evidentes de la Palabra.
Estudiarla nos debe llevar al principio de la sabiduría que es el temor del Señor y a apreciar aún más a aquel que es digno y poderoso para librarnos de tan terrible y justa condenación por medio de su sacrificio vicario.
Quiera el Señor que muchos sean llevados a su verdad para hallar el gozo de la salvación.
Will, puedes hablar más alto pero no más claro. Gracias a Dios por usarte como te usa
Completa y absolutamente de acuerdo con el pastor Will. Tengo que decir con mucha pena, que conozco personalmente a Alex y la verdad es que ya venía observando en él un espíritu de arrogancia y de frivolidad en relación con los pastores, el ministerio y lo peor de todo con la poca reverencia y respeto que trata la palabra de Dios. Hay que restaurar la Puerta Antigua, que representa las verdades fundamentales de la palabra de Dios y advertir con voz de trompeta sobre estos «maestros falsos» Y en este sentido, el pastor Will es un restaurador y un atalaya.
Gracias estimado will Graham por defender la verdad del evangelio con argumentos fundamentado en el original y una buena hermenéutica y exégesis de la palabra.
Gracias Will por tu buena teología que explicas con claridad ,bien argumentaba con la Biblia que es La Palabra De Dios, única autoridad para los Cristianos.
Que Dios te Bendiga hermano.
Bravo Will.
Esto es hacer apologética de calidad. Hay que desenmascarar a los falsos profetas de los que hablan Pedro y Judas.
Es peligroso negar la existencia del infierno porque es negar varias citas bíblicas, como las expuestas en el artículo.
O se cree en Las Escrituras o no se creen en ellas; los versículos no están en un restaurante a la carta sino para comerlos todos.
Es importante creer solamente en La Biblia (Sola Scriptura) y no dejarnos influenciar por nuestro contexto social y cultural. Dios a los creyentes nos ha dado iluminación para que nosotros, seres subjetivos, entendamos una verdad objetiva.
Gloria a su nombre.
¿Por qué un Dios bueno envía gente al infierno?
Podríamos plantearlo de la siguiente manera: ¿cómo un juez bueno podría enviar a alguien a la cárcel? La respuesta es: un juez está para impartir justicia. Un juez que exime a un criminal del castigo es tan perverso como aquel que condena a un hombre inocente*, que no ha infringido las leyes. Dios no es un juez corrupto, es un Juez justo**, y envía al infierno a los seres humanos que rompen sus leyes.
En medio de esto es necesario saber que aunque él es Justo, también expresó su amor al proveer una solución para los seres humanos culpables, dicha solución es Jesucristo, quien llevó la culpa y el castigo para salvar de la condenación a los que humildemente le reciban como El Salvador y Señor. Quien desprecia esta solución, este perdón, se enfrentará a la justicia de Dios.
Podría resumirlo así: “Dios no envía a nadie al infierno, ellos se van solos”, pues la solución es gratuita.
* Absolver al culpable y condenar al inocente
son dos actos que el Señor detesta. (Proverbios 17:15)
** Abraham se le acercó y dijo:—¿Destruirás tanto al justo como al malvado?
Supongamos que encuentras cincuenta personas justas en la ciudad, ¿aun así la destruirás y no la perdonarás por causa de los justos? Seguro que tú no harías semejante cosa: destruir al justo junto con el malvado. ¡Pues estarías tratando al justo y al malvado exactamente de la misma manera! ¡Sin duda, tú no harías eso! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no haría lo que es correcto? (Génesis 18:23-25)
Jesús habló más que cualquier otra persona acerca del infierno, y habló de este más que del cielo.
¿Si no existe el infierno por qué pensar que existe el cielo?
Si la claramente expuesta doctrina del castigo justo y eterno se pone en duda, se abre la puerta para poner en duda todas las demás doctrinas fundamentales.
La infinita justicia de Dios lo exige. Si él es infinito y eterno, entonces lo que él hace es infinito y eterno, y su ley es, por consiguiente, infinita y eterna; así que la infracción de esa ley recibirá, por tanto, una retribución infinita y un castigo eterno. De otra manera la justicia, y Dios mismo, serían violentados.
No condenar al culpable sería tan abominable como inculpar y condenar a un inocente.
Aniquilar al culpable no sería un castigo sino un favor, una eternidad de descanso silencioso.
Decir que la retribución contra los que rechazan a Cristo debe ser menor o temporal (purgatorio), o nula (aniquilacionismo o universalismo), es decir que la ofensa contra la santidad de Dios es menor y la transgresión de su ley es leve, y por tanto Dios, quien dio la ley, es pequeño. Con estás doctrinas heréticas se ataca directamente a la persona de Dios. Es la maquinación del Diablo desde el Edén (Gn. 3. 4.), atacar el carácter de Dios y su credibilidad.
Muchas gracias por tu ayuda hermano Graham. Para nosotros los jóvenes es un tema preocupante ver como se levantan estos maestros tan famosos y respetados a defender cosas ajenas a la biblia, al menos a mí me pone en una situación difícil, ya que hablando con otros jóvenes cristianos debo dedicar tiempo a contradecir lo que «X famoso» enseñó.
Dios te siga bendiciendo. Solo a Dios sra la Gloria