
Algunas personas parecen pensar que la Biblia es una especie de manual de reglas morales escrito con el propósito de ayudar a buenas personas para que lleguen a ser mejores personas.
Pero la Biblia es, en realidad, una historia de redención. Es la historia de un Dios perfecto en justicia, perfecto en santidad pero al mismo tiempo un Dios lleno de gracia, de bondad, de compasión, de misericordia que diseñó un plan de salvación para rescatar al hombre en su pecado y reconciliarlo con Él por medio de la persona y la obra de nuestro Señor Jesucristo.
Cristo, siendo Dios se hizo hombre y murió por nosotros en una cruz para pagar por nuestros pecados.
Cuando leemos en la Biblia acerca de las necesidades humanas, inmediatamente tenemos que pensar en el Señor Jesucristo como ese pan de vida que vino al mundo a suplir esas necesidades.
Cristo mismo dice en Juan 6 que “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene nunca tendrá hambre y el que en mí cree no tendrá sed jamás”.
Necesitamos ser perdonados en la presencia de Dios. Bueno, Jesucristo es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
Necesitamos acceso a la presencia de ese Dios santo y justo. Bueno, Jesucristo es el camino que nos lleva al Padre. Él es la puerta.
Necesitamos que alguien gobierne las pasiones de nuestro corazón pecaminoso. Bueno, Jesucristo es Rey de reyes y Señor de señores.
De manera que leer la Biblia con los ojos puestos en Jesús es ver como en un espejo nuestras necesidades más profundas pero al mismo tiempo ver a Jesucristo a través de esas necesidades como Aquel que Dios envió –el Dios encarnado- que vino al mundo a suplir lo que a nosotros nos faltaba.
Yo soy el camino, la verdad y la vida, dice Jesús, nadie viene al Padre sino por mí.
Sugel Michelén
Pregunta al lector: ¿Qué es lo que más te asombra acerca de la persona y la obra del Señor Jesucristo? Deja tu respuesta en la sección de comentarios. Gracias.
Buenísimo el articulo. Saludos.