La idea detrás del movimiento de la teología de la prosperidad es que Dios no quiere que el creyente experimente derrota en ninguna área de su vida.
A diferencia de la lista de los héroes de la fe en Hebreos 11 que sufrieron cosas espantosas por su fe, el cristiano del siglo XXI tiene que andar en abundancia en todos los sentidos. Esta abundancia no es solamente espiritual sino también física y material, es decir, el cristiano que agrada a Dios es el que está en salud y está prosperando económicamente.
Como en el caso de la confesión positiva, si un creyente quiere ser rico tiene que confesarlo con su boca. Y además de una vida de confesión positiva, el discípulo está obligado a sembrar su semilla financiera esperando que Dios se la devuelva multiplicada. Por ejemplo, no es lo mismo dar una ofrenda de cien euros que mil euros. Si ofrendas cien euros en fe, está muy bien. Seguramente serás bendecido materialmente por Dios. Pero si entregas mil euros, recibirás mucho más bendición.
Ya que hay un fuerte enfoque materialista en esta escuela, proclaman que la obra expiatoria de Cristo no solamente quita nuestros pecados sino que también nos libra de la enfermedad física y de la pobreza económica. Tanto la enfermedad como la pobreza son claras señales de maldición y evidencian una falta de fe.
A finales de mayo 2018 las noticias en España informaron al público acerca del pastor evangelista Jesse Duplantis, el cual pidió 54 millones de dólares a sus fieles para un avión de lujo. En una supuesta charla con Dios, el Señor le dijo a Duplantis que reemplazara su avión por un Falcon 7X. El predicador se preocupó por el reclamo ya que no podía pagarlo, pero Dios fue claro en su respuesta, “De eso no te preocupes, Jesse, no te pedí que pagues por ello, sino que creyeras en ello”.
Después de su conversación con el Señor, el ministro le pidió a sus feligreses que donaran dinero diciendo que, “Realmente creo que si Jesús estuviera físicamente en la tierra hoy, no estaría montado en un burro. Él estaría en un avión predicando el evangelio en todo el mundo”.
Ahora bien, mi pregunta sería, ¿por qué no viajar en una aerolínea comercial? ¿Es necesario tener un jet privado?
Y otra pregunta sería: si Duplantis enseña el principio de la semilla, ¿por qué no sembró él la suya? En vez de pedir que sus seguidores le entregasen los 46 millones de dólares, ¿cómo es que él no sembró una ofrenda generosa –ya que es multimillonario- en algún ministro, contando con la bendición venidera de Dios?
El líder actual del movimiento de la teología de la prosperidad es Kenneth Copeland, el cual también se compró un nuevo jet Gulfstream V por 36 millones de dólares hace poco.
No hace falta decir que prácticamente todos los maestros de esta corriente teológica son millonarios. ¿Por qué? Porque Pedro dice, “Por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas” (2 Pedro 2:3).
Pastor Will Graham – Almería
Pregunta al lector: ¿Alguna vez has estado en un culto donde predicó un «pastor de prosperidad»? Deja tu respuesta en la sección de comentarios. Gracias.
Hola pastor. Lamentablemente sí. Aunque ya había pasado el tiempo de depositar los diezmos, ofrendas, primicias, etc, él adujo que iba a orar por romper la maldición sobre nuestros ingresos. Y pidió joyas o dinero. Lo importante era romper la maldición y sembrar una semilla. La gente aportó hasta relojes. En otra reunión, incluso la gente firmó promesas de una ofrenda de mil pesos. Realmente fraudulentos.