
Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas; porque estoy enferma de amor (Cantares 2:5).
Se puede enfermar de amor (5:8) y aun así ser fuerte como la misma muerte (8:6), fuerte como un fuego que no pueda ser apagado ni aun por muchas aguas (8:6-7), mejores que el vino (1:2; 4:10), amor deleitoso (7:6). Estas palabras las dice la amiga por el amigo, el esposo por la esposa, pero también pueden y deben referirse al fuerte y profundo amor que tú tienes por mí (Ef.5: 25) y yo debo tener por ti. Mi amor por la mujer de mi juventud es, debe ser, una ilustración de tu amor por mí y el amor de ella por mí, una ilustración de mi amor por ti.
Como decía Teresa de Ávila en su experiencia mística yo también quiero decir, Señor.
«Ya todo me entregué y di
Y de tal suerte he trocado
Que mi Amado es para mí
Y yo soy para mi Amado».
«Mira que el amor es fuerte;
Vida no me seas molesta,
Mira que solo te resta,
Para ganarte, perderte;
Venga ya la dulce muerte,
Venga el morir muy ligero,
Que muero porque no muero».
Blog Luis Cano
Esta serie se encuentra publicada en la página web de la iglesia de Ciudad Real donde pastorea nuestro hermano Luis Cano. Podéis acceder a la página haciendo clic aquí.