
Porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia (Lucas 1:37-38).
Es fácil decir que creo estas palabras, que para ti, Dios mío, no hay nada imposible, si la tomo de una manera ligera y difuminada, pero cuando la traigo a la realidad del cada día me resulta diferente y me implica y complica mis razones.
Poniéndolo de forma afirmativa dices: “Todo es posible para mí”. ¿Todo? Cuando pienso en tu poder recuerdo cómo separaste el mar y paraste el sol, y cosas parecidas pero… ¿dejar embarazada a una mujer que no conocía varón y que aquello iba contra toda razón y que con toda seguridad ella no quería porque le traería un montón de dificultades en su entorno?
Para convencerla le mostraste que ya hiciste cosas parecidas anteriormente (1:7,36). Y ella entonces se deja completamente en tus manos.
En esta mañana pienso en mí mismo y en que tú puedes hacer cualquier cosa conmigo, sin pedirme cuentas, sin darme razones, ya sea razonable o no, bueno o malo a mis ojos, honorable o no ante los demás… pero ¿estoy yo preparado?
Ayúdame Señor a que cuando se haga tu voluntad en mí, y puede ser cualquier cosa, esté yo preparado.
Blog Luis Cano
Esta serie se encuentra publicada en la página web de la iglesia de Ciudad Real donde pastorea nuestro hermano Luis Cano. Podéis acceder a la página haciendo clic aquí.