
Hoy recibí los resultados de una encuesta que lancé anteayer titulada: ¿Es una falta de amor predicar en contra del pecado?
Gracias a Dios, el 96% de las tres mil personas encuestadas contestó diciendo que no es una falta de amor denunciar el pecado.
Tristemente, vivimos en días cuando el versículo favorito de muchos creyentes es “No juzgues para no ser juzgado” (Mateo 7:1). El problema es que este versículo, sacado fuera de su contexto, se ha convertido en el nuevo principio hermenéutico del cristianismo postmoderno.
Cristo no estaba negando la necesidad de juzgar juicio justo sino que estaba atentando contra la hipocresía que condena a los demás por los mismos pecados que uno comete. En palabras de Pablo, “Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras?” (Romanos 2:21-22).
El propio contexto del pasaje de Cristo (Mateo 7:1-5) explica que después de sacar la viga de nuestro ojo podemos quitar la paja del ojo de nuestro hermano (v. 5).
¿Y cómo podemos saber si nuestro hermano tiene paja en el ojo sin emitir un juicio?
De hecho, a lo largo de Mateo 7 hay varios otros dichos de Cristo que revelan claramente que tenemos que juzgar:
- No deis lo santo a perros.
- No echéis vuestras perlas delante de los cerdos.
- Entrad por la puerta estrecha.
- Guardaos de los falsos profetas.
- Por sus frutos los conoceréis.
Tenemos que juzgar para saber quién es un perro, un cerdo, un falso profeta. Hace falta emitir un juicio para saber si una puerta es estrecha o ancha o si los frutos de una vida son buenos o malos. ¡Hay que juzgar!
Qué el Señor siga ayudando a sus voceros a levantar su voz contra los pecados de nuestra generación. ¡Y qué no se dejen engañar por este “falso amor” que no cree en denunciar el pecado!
Y tengamos presentes las palabras del apóstol Pablo, “El hombre espiritual juzga todas las cosas” (1 Corintios 2:15).
Pastor Will Graham – Almería

Definitivamente, nunca será pecado juzgar justamente denunciando el pecado. En mi vida, he podido comprobar el amor y la fidelidad de Dios si he sido reprendido en alguna acción pecaminosa o errada, sea porque un hermano en la fe me haya exhortado o incluso si Dios usase un inconverso para ese mismo propósito. Es ahí donde el Espíritu Santo obra como una alerta que revela mi condición espiritual y comunión con el Señor. Y sé que la iglesia de Cristo está para llamar la atención de esa manera para poder ayudarnos en la milicia que nos tiene esta lucha contra nuestro pecado y también en el deseo de agradar al Señor.
Amen Pastor, la Mayoria de los llamados «hnos» Hoy NO quieren Confrontar el PECADO por TEMOR a quedar sin Gente dentro de sus Iglesias. La Palabra de DIOS nos dice JUZGAD con JUSTO JUICIO, por AMOR y EDIFICACIÓN de ése HNO y por AMOR al IMPIO que está Muriendo por sus PECADOS LEJOS de DIOS. Desde CHILE un abrazo y que DIOS le Guarde Guie Bendiga y Fortalezca cada dia. Maranatha !!