
A mí no me preocupa el ruido de los “evangélicos” progresistas.
Al menos son honestos y dicen lo que creen. Todos sabemos que profesores tales como Cris Conti, Juan María Tellería y Raúl Méndez apoyan una eclesiología inclusiva y han defendido el movimiento LGTBIQ.
Ya que dicen lo que piensan abiertamente, no constituyen un peligro para el pueblo protestante.
Los verdaderos creyentes evitarán a semejantes ministros.
Lo que sí me inquieta, sin embargo, es el silencio de los “evangélicos” conservadores. ¿Acaso no dice el refrán “el que calla, otorga”?
Y añadiré algo más: lo que me inquieta (muchísimo) es cuando esos mismos conservadores “calladitos” comienzan a atacar a los voceros que denuncian a los progresistas.
Una ilustración.
En febrero 2019 cuando se montó un revuelo por la venta del libro ‘Sólo un Jesús homosexual puede salvarnos’ redactado por un miembro de la Iglesia Evangélica Española (un tal Carlos Osma), no fue sorprendente ver cómo los progresistas celebraron la publicación del libro.
No obstante, lo que sí fue chocante fue observar cómo varios pastores y líderes conservadores no dijeron una sola palabra en contra de la librería Proyecto Logos (Málaga) sino que tacharon a aquéllos que se opusieron a la venta del tomo como “fundamentalistas” e “intransigentes”.
Cuando nos topamos con conservadores, pues, que nunca han hecho un solo adversario por condenar las abominaciones doctrinales y éticos que se están promoviendo en ciertos círculos «evangélicos» pero al mismo tiempo publican artículos machacando a los que defienden la sana doctrina, algo va (muy) mal.
Poco a poco estoy llegando a la conclusión de que esos referentes dentro del mundo protestante no son tan fieles a la Palabra como pensábamos. ¿Por qué solamente utilizan su voz para denunciar a los que son leales al Señor Jesucristo? ¿Cómo es que tienen la visión de águila para ver paja en el ojo de su hermano conservador pero no son capaces de ver la viga de inmoralidad pública que está siendo generada por la izquierda?
Me estoy cansando de toparme con los mismos hombres (supuestamente modelos a seguir en el protestantismo bíblico) repitiendo el mismo curso de acción en cada conflicto: no dicen nada en cuanto a las vilezas del progresismo pero sí lanzan un sinfín de críticas injustificadas hacia los defensores de la fe dada una vez a los santos.
¿Serán a lo mejor esos «perros mudos» (como dijo el profeta Isaías) tan progresistas como Conti, Tellería y Méndez y simplemente no tienen las agallas para “salir del armario”? ¿Tendrá el factor económico algo que ver? Es decir, ¿temen perder el sustento financiero de sus congregaciones conservadoras? ¿Y por eso están bautizados en silencio?
¿O serán cosas mías?
Confío en que sean cosas mías…
Pastor Will Graham – Almería
Pienso que esos pastores evangélicos que se mantienen callados y aún más crítican a a aquellos que exponen a estos hombres que tergiversan la Santa Palabra son falsos pastores que no les importa su rebaño y menos seguir al buen Pastor creo que están por un salario y quedar bien con los hombres y este nuevo modo de pensar que nos quieren imponer con el globalismo y el Nuevo Orden Mundial donde dejan a un lado las Sagradas Escrituras y lo que está correcto y de moda son su nueva forma de pensar y lo peor es que quieren imponer leyes para castigar a todo aquel se manifieste en contra privándonos de la libertades constitucionales y obligándonos a aceptar algo que nuestra conciencia y convicciones no aprueban.