
Por supuesto que sí.
Los blancos pueden casarse con los negros; y los negros con los blancos.
Es cierto que en el Antiguo Testamento Dios prohibió que los israelitas se casaran con los gentiles por razones religiosas. El Señor no quería que su pueblo adorase a los ídolos de las naciones vecinas.
En el Nuevo Testamento, sin embargo, el cristiano es libre para casarse con la persona que sea “con tal que sea en el Señor” (1 Corintios 7:39).
Lo que Dios prohíbe es el casamiento con incrédulos (2 Corintios 6:14).
Por lo tanto, un creyente blanco puede casarse con un creyente negro (y viceversa).
