
Lutero era un monje agustino alemán, nacido en el siglo XV (1483), que se convirtió en el líder principal de lo que conocemos hoy día como la Reforma protestante en pleno siglo XVI. El protestantismo sería un movimiento cristiano en el Occidente independiente de la autoridad de la Iglesia Católica Romana. Además de liderar la primera generación de la Reforma, Lutero se hizo famoso por su traducción de la Biblia al alemán, obra que acabó en el 1534.
Por medio del estudio de las Escrituras, Lutero se dio cuento de que el catolicismo medieval en el cual se encontraba contaba con un sinfín de doctrinas y prácticas anti bíblicas. Por ejemplo, las indulgencias, cinco de los siete sacramentos, el purgatorio, la distinción ontológica entre el clero y los laicos, la transubstanciación, el no permitir que los fieles participaran del vino en la celebración de la eucaristía y, sorprendentemente, llegó a la conclusión de que el Papa no era la cabeza de la iglesia. En la Disputa de Leipzig (1519), llegó a afirmar públicamente que, “La Cabeza de la iglesia militante es Jesucristo mismo y no un hombre”.
Después de su excomulgación de la Iglesia Católica a principios del 1521, Lutero se encargó de dirigir la nueva iglesia luterana que empezó a extenderse rápidamente sobre todo por el norte de Alemania. Actualmente, el luteranismo cuenta con más de 80 millones de miembros en todo el mundo.
Y hasta el día de hoy, los luteranos siguen usando los dos catecismos (el mayor y el menor) que su fundador redactó para instruir la instrucción de los feligreses.
Pastor Will Graham – Almería
