
Este es el criterio para juzgar a los falsos o auténticos maestros.
Los santos maestros cristianos dirigen al pueblo no hacia ellos mismos, sino a Cristo, como lo hace Juan el Bautista con su testimonio y como lo hacemos nosotros (Dios sea alabado) y también otros.
Todos nuestros sermones tienden hacia un único objetivo y vosotros y nosotros sabemos y creemos que Cristo es el único Salvador y Consuelo del mundo y el Obispo y Pastor de nuestras almas.El evangelio señala exclusivamente a Cristo y esto, en completo acuerdo con el testimonio de Juan.
Por esta razón, no atraemos al pueblo hacia nuestra persona, sino que lo conducimos a Cristo, que es el camino, la verdad y la vida.
Martín Lutero