MAÑANA
“Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” (Lucas 1:32-33).
Gloria a ti por esta revelación de tu Hijo, amado Padre.
Al igual que Juan el Bautista, Cristo será “grande” (Lucas 1:15), es decir, conocido en Israel y las naciones.
A diferencia del Bautista, no será un mero “profeta” sino tu “Hijo”. No irá delante de la presencia del Señor “para preparar sus caminos” (Lucas 1:76) sino que Él mismo será el Señor.
Y prueba de su señorío -de su deidad- es el trono eterno que tú le concediste. El hijo de David, Salomón, murió después de reinar durante cuarenta años. Y su reino fue dividido en dos. Pero el verdadero Hijo de David, Jesucristo, reinará por los siglos de los siglos porque tú le dijiste, “Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo” (Hebreos 1:8).
Qué consuelo aprender que el que está en el trono no es mi adversario sino mi Salvador. Te alabo, Padre, por permitir que yo sea contado entre los súbditos de su reino.
Pastor Will Graham – Almería
Bendiciones pastor!!