
MAÑANA
“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia” (Lucas 1:38).
Amén. Así se habla: con sumisión a tus decretos.
Te doy las gracias por el buen ejemplo de mi hermana en la fe. Pero no la exalto. No la venero. No la adoro.
Sé que si María se hubiera opuesto a tu Palabra aun así la habrías cumplido. Jonás puede intentar huir de tus mandatos; pero siempre cazas a los tuyos. Me alegro que tu hija se haya sometido a tu voz a la primera.
Te doy las gracias también por el buen ejemplo de Gabriel. Pero no lo exalto. No lo venero. No lo adoro.
Todos los ángeles en tu ejército habrán anhelado descender a Nazaret y servirte en esta misión tan majestuosa. ¡Qué honor serte útil!
Señor, quiero alabarte hoy por permitirme ser tu siervo y por enviar a otros siervos tuyos como Gabriel a mi vida que me declaran la verdad de tu Palabra. Y si el mensaje que traen es dulce (“darás a luz un hijo”) o amargo (“levántate y ve a Nínive”), ayúdame a siempre responder diciendo: “Hágase conmigo conforme a tu palabra”.
Pastor Will Graham – Almería