
Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos (Mateo 5:20)
Amado Padre:
Leo este versículo e inmediatamente caigo en desesperación. ¿Qué esperanza hay para mí?
Tiemblo porque sé que mi corazón es un mundo de maldad. Lucho con mis pensamientos internos. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso: ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9). Puedo aparentar ser piadoso en público, pero por dentro hay una guerra constante.
Mi primer consuelo reside en saber que si estoy más preocupado por mi condición interna que por mi apariencia pública, mi conversión es genuina. Si fuera un escriba o un fariseo, me gloriaría únicamente en los aspectos externos de la religión. Pero tu buen Espíritu me examina desde adentro. En respuesta a la pregunta de Jeremías, es tu Espíritu quien conoce mi corazón porque todo lo escudriña (Salmo 139:23; 1 Corintios 2:10).
Mi mayor consuelo, sin embargo, es poseer la seguridad de que la justicia suprema, la justicia de justicias, la justicia del Salvador Jesucristo, me ha sido imputada por soberana gracia. Así dejo de temblar y comienzo a alabar.
Gracias, amado Padre.
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería
Pastor, esta lucha la vivimos a diario los cristianos , sólo El Espíritu Santo nos corrige y nos anima a seguir. Confiados en La Justicia de Jesucristo. Gracias a Dios por Su Gracia Salvadora. Buen día.
Si es 🤔 Dios nos ayude🙏🙌
Gloria a Dios, Aleluya!!!
Cierto Pastor Will. Gracias por el conocimiento.
Saludos desde Nicaragua Dios los Bendiga mucho y su familia excelente reflexión de la santa palabra de Dios. Es una lucha interna porque somos seres pecaminoso Bendita la Gracias a Dios y su Espíritu Santo que los examina y los Fortalecen de adentro Gloria a nuestro Señor Jesucristo por lavado y purifican nuestro pecado