Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio (Mateo 5:21-22, primera parte).
Gracias, Padre.
Hoy aprendo que lo que vienes buscando es obediencia desde el corazón. Tu ley es santa y todos tus mandamientos son santos, justos y buenos (Romanos 7:12). Pero me engaño a mí mismo cuando creo que te fijas únicamente en mis obras externas.
Hasta la fecha, no he matado a nadie. Sin embargo, sí he asesinado a muchas personas a causa de mi envidia. Veo cómo las cosas le van bien a mi hermano y, en vez de gozarme con él, me enfado porque soy un egocéntrico.
No te puedo engañar. Tú tomas notas del veneno que hay en mi corazón.
¿Por qué hay tantos celos en mí? En una frase: porque he dejado la fuente de agua viva (Jeremías 2:13). No estoy satisfecho en ti. Por esta razón ardo de envidia. La culpa no la tiene mi hermano exaltado sino mi corazón insumiso que no desea llenarse de ti.
Perdóname, Señor. Lléname del Espíritu. Así no mataré a nadie más.
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería
Ea verdad solo Dios, sabe la amargura que hay en nuestro corazon encontra de una persona, pero hermosa es su palabra para saber que nos hace falta y para limpiar de toda iniquidad!!! Solo atraves de su palabra podemos ser libres …
Es importante no escapar de estar un tiempo cerca de DIOS y derramar delante de el nuestro corazon para que el pueda transformar ese corazon de piedra a uno de carne… (Salmos 62:8)
Es una orden de Jesucristo nos gusté o no gusté debemos tener por intermedio del Espíritu Santo una mansedumbre de perdón si él nos perdonó en la cruz quien somos nosotros para no perdonar . Una vez fui escupido si él Espíritu Santo no hubiera esta en vida mi reacción sería vengarme
Asi es.