
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo (Mateo 5:43).
Amado Padre:
Me da tristeza observar cómo los teólogos judíos habían pervertido tu Palabra. Ciertamente, el Antiguo Testamento dice: “Amarás a tu prójimo”, pero en ningún sitio está escrito: “Aborrecerás a tu enemigo”.
Lamentablemente, aquellos eruditos nacionalistas llevaron a los hebreos a creer que el “prójimo” equivalía a otro israelita. De esta manera, justificaron su odio hacia los supuestos cerdos y perros gentiles. Agregaron su sabiduría humana a tu Palabra. ¿Y qué pasó? La invalidaron por completo.
Tú, sin embargo, ya le habías revelado a Abraham que tenías la intención de bendecir a todas las naciones por medio de su “simiente” (Génesis 22:18). ¿Cómo es que los escribas y los fariseos no se dieron cuenta de su llamamiento de ser un reino de sacerdotes y gente santa (Éxodo 19:6)? ¿No habías dicho por medio de Isaías que querías que Israel fuera tu testigo (Isaías 43:10, 12; 44:8)?
Padre: líbrame de la locura de anular tu Palabra mediante mis opiniones. Necesito entender que me llamas a amar a mi hermano; pero también a los incrédulos que me rodean. ¡Ayúdame, mi Dios!
Amén.
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería
Excelente devocional. Los apóstoles entendieron este concepto. En 1Juan 4.7 se resume como amémonos unos a otros. En Rom 12.20 nos dice que debemos atender en buena forma al enemigo. Algo que hoy nos cuesta practicar.