
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen (Mateo 5:44).
Gloria a tu nombre, Padre:
La enseñanza ética de tu Hijo es completamente distinta a la doctrina farisaica. Donde los escribas decían “Aborrecerás a tu enemigo”, el Salvador proclama: “Amarás a tu adversario”.
Para que yo pueda amar y bendecir a mis enemigos, estoy seguro de que vas a enviar a detractores a mi vida. Por medio de ellos, me pondrás a prueba. ¿Les haré bien? ¿Oraré por ellos? ¿Cómo reaccionaré?
Si ya me cuesta amar a los que me aman, ¿seré capaz de servir a mis enemigos? Si me aparto tan fácilmente de la iglesia cuando tengo desacuerdos y malentendidos con mis hermanos en la fe, ¿de verdad podré amar a mi perseguidor?
Ayúdame, Señor, a no solamente ayudar a mis adversarios; sino a hacerlo con la actitud correcta. Qué sea amable con ellos. Como decía tu siervo Luis Cano: “Tengo que ser más afable, más cercano; tengo que hacerles más fácil el amarme”.
Que tu buen Espíritu produzca todo esto en mí, amado Padre.
Amén.
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería
Asi sea!
¡Amén! Que el Señor transforme día a día nuestro corazón a la semejanza de Cristo para poder amar a nuestros enemigos de forma sincera y genuina.
Desde luego «amad a vuestros adversarios» de Jesús es el autoexamen final dónde Cristo va a revelar quién eres realmente.
Un saludo cordial pastor Will.