
«Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público» (Mateo 6:3-4).
Gracias, Padre.
Hoy me enseñas sobre la actitud que a ti te agrada. En vez de “hacer trompeta” delante de mí, tu Hijo revela que la forma correcta de bendecir y ofrendar es “en secreto”. De esta manera, heriré mi orgullo. No haré las cosas para que los demás se fijen en mí. Buscaré únicamente tu gloria; y no la mía.
Y eres tan increíblemente bueno que prometes bendecirme por dar a otros.
Vamos a ver: ¿quién me ha dado todo lo que tengo? ¿Quién pone en mí el deseo de servir a mi prójimo y de hacerlo “en secreto”? ¡Eres tú, por supuesto, por medio de tu Espíritu!
Al recompensarme por servirte, en realidad estás permitiendo que yo sea bendecido por tu propia obra en mí. ¡Oh, incomparable es tu generosidad! ¿Quién como tú, mi buen Padre? Es como si me regalaras una botella de agua fría en el desierto y prometieras pagarme por cada gota bebida.
Padre: me asombras sobremanera. Gloria a ti.
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería