
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público (Mateo 6:6).
Gracias, mi Padre, por otro día de vida y por la enseñanza de este texto.
Sé que tu Hijo no está condenando la oración pública porque Él mismo oró delante de otras personas (cf. Lucas 23:46; Juan 6:11; 11:41). Lo que denuncia aquí es la práctica de buscarte únicamente en público y nunca en privado. Critica a aquellos que oran con el fin de ser vistos.
Oro en público con mi congregación todos los jueves y domingos. Pero esta vida de oración pública ha de ser el desbordamiento de una dulce comunión contigo en privado. El orden correcto es: clamar en mi aposento y luego clamar con mis hermanos en público.
Amado Dios de toda pureza, hoy tu Espíritu vuelve a examinar las intenciones de mi corazón. Te ruego que me libres de la tentación de honrarte en público y negarte en privado. Aleja de mí la levadura de los fariseos, que es la hipocresía (Lucas 12:1).
Aviva mi vida de oración privada para tu gloria.
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería
Gracias por dejarse usar por Dios a través de su palabra para fortalecer nuestra fe en el, muchas bendiciones
Me alegro de que la reflexión te haya bendecido, hermana. Abrazos. WG
Secundo el comentario de María. Gracias por compartir su fe y sus conocimientos. Bendicionis para usded y su bella y admirable familia.
Saludos desde Canadá,
Sepa usted estimado pastor que sus enseñanzas nos bendicen
Gracias por su dedicación.