Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial (Mateo 6:14).
Amado Padre:
Si perdono, seré perdonado. Estoy confundido. ¿Cómo puedo reconciliar este versículo con la salvación por gracia? ¿Está tu Hijo negando aquí la doctrina de sola gratia?
Sé que Jesús enseñó que la remisión del pecado está en su preciosa sangre (Mateo 26:28). Por tanto, el único Salvador es tu Hijo, no yo. No puedo ganar la salvación a través de actos de perdón.
No obstante, lo que sí es cierto es que, si he experimentado regeneración, ahora tengo una naturaleza humilde y perdonadora. Ya no guardo rencor. No albergo odio en mi interior. Si tú perdonaste todos mis pecados en Cristo, ¿cómo no perdonaré a mis ofensores? ¿Seré capaz de comportarme con aquel siervo malvado en Mateo 18:23-35? ¿Me apartaré de la iglesia porque no aguanto a ciertos hermanos que se congregan allí? ¡Desde luego que no!
Mi espíritu perdonador es la señal de que soy una nueva criatura. Y como tal, disfruto de la garantía de tu perdón. Esta obra de recreación es enteramente por tu soberana gracia. Si soy un hijo tuyo, perdonaré libremente.
¡Gloria a ti, Padre!
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería