
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? (Mateo 6:26).
Amantísimo Padre:
Creaste a los pájaros para que testificaran de tu belleza y sirvieran como un modelo de tu gran bondad paternal. ¿Cómo puedo dudar de tu provisión si ahora mismo estás alimentando a miles de millones de pájaros alrededor del mundo? Llevas milenios enviándoles tu maná. No paras de hacer milagros. ¡Me asombras!
Padre, ya que es así, quita de mí cualquier tipo de ansiedad por el precio de la gasolina o las facturas de Endesa. Si busco primeramente tu voluntad en mi vida, tengo la certeza de que te encargarás de darme de comer y de beber. Es tu promesa. Es imposible que mientas.
En este nuevo día, derramo todas mis preocupaciones delante de Ti. Echo toda mi ansiedad sobre Ti porque Tú tienes cuidado de mí (1 Pedro 5:7).
Como pájaro, pues, me levanto hoy para volar en el cielo de tus propósitos. Cantaré de tu preciosidad entre las ramas. Bailaré de gozo sabiendo que suplirás las necesidades de mi nido. Tú eres el Señor, mi proveedor.
¡Aleluya!
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería