
No juzguéis, para que no seáis juzgados (Mateo 7:1).
Amantísimo Padre:
¿Cómo reconcilio este versículo con el resto del capítulo?
El v. 6 prohíbe que dé lo santo a perros y a cerdos. Por tanto, presupone un juicio moral por mi parte.
El v. 15 exige que me guarde de los falsos profetas. Pero ¿cómo podré identificar a un lobo sin primeramente juzgar sus frutos?
Entiendo que lo que tu Hijo condena en Mateo 7:1 es el espíritu malévolo que se deleita en criticar y en difamar al otro. Tales juicios no son justos ni piadosos, sino destructivos.
Guárdame de esta clase de fariseísmo que se recrea en difamar al otro. Aléjame de un espíritu calumniador y chismoso que caracteriza a los ociosos de la congregación (cf. 1 Timoteo 5:13-14). Líbrame de reuniones secretas cuyo fin principal es hablar mal de los hermanos.
Si veo desorden en la vida de mi hermano, ayúdame a comportarme como un verdadero soldado cristiano y a hablar directamente con él. No quiero ser un traidor. No deseo apuñalar a ningún hermano mío por la espalda.
Dame verdadero temor de Ti para que camine en transparencia cristiana y que siempre pueda juzgar con juicio justo.
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería