
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan (Mateo 7:13-14).
Amantísimo Padre:
Hoy aprendo que muchos se pierden y pocos se salvan. ¿Cómo puedo heredar tu reino? Entrando por la puerta estrecha de Cristo y su evangelio. Al mundo incrédulo, tan enamorado de su justicia propia, le encantaría derribar y quemar esa puerta.
Tras pasar por la puerta, me espera un camino angosto. Es la senda de las bienaventuranzas (5:1-12), la vía de la sal y la luz (5:13-16), y el sendero de la obediencia interna a tu ley moral (5:17-6:34). Al lado de este camino hay una señal que se lee: “Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (7:12).
¿Cómo puedo perseverar en un camino tan marcadamente difícil? Solamente por el poder de tu Espíritu en mí. Curiosamente, fue Él quien me hizo entrar por la puerta de Cristo también. ¡Aleluya!
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería