Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces (Mateo 7:15).
Amantísimo Padre:
¿Falsos profetas? ¿Lobos rapaces en la iglesia? ¿Cómo puede ser? ¡Qué fuerte!
Los lobos, ferozmente salvajes y extremadamente peligrosos, viven con el fin de matar. Muerden con sus dientes afilados y se deleitan en derramar sangre. Para ellos, la muerte es sabrosa y la oscuridad, placentera.
Ciertamente, hay predicadores y miembros así en las congregaciones. Llenos de malicia e insumisos, se esconden en las tinieblas esperando el momento oportuno para atacar. No tienen ningún interés en bendecir a las ovejas, sino en destruir y devorarlas.
¡Oh, Padre! ¿Qué puedo hacer? ¡Tengo temor en mi corazón! ¿Cómo podré escaparme de tales lobos? Son infinitamente más astutos y fuertes que yo. Han aprendido el arte del engaño. Saben cómo confundirme. No soy nada sino una simple ovejita. Con tan solamente una mordida, sé que aquellos lobos acabarán conmigo.
Qué alivio aprender que hay un Pastor omnipotente velando por mí. Jesucristo, tu escogido, se encargará de aplastar a esas bestias malvadas bajo sus pies. Yo tengo miedo a los lobos feroces; pero tu glorioso Hijo no teme a nada.
¡Aleluya!
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería