
“Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7:26-27).
Amantísimo Padre:
Gracias por tus advertencias. Tu Hijo habla con claridad: una vida que no está fundamentada en la roca de tu Palabra será destruida. Grande será su ruina.
Esta verdad se aplica al presente y al futuro. En el presente, el incrédulo vive sin el bálsamo del evangelio y la brújula de tu voluntad revelada. Está sin paz, sin esperanza y sin dirección. Su mundo es la esfera de la oscuridad. Su vida está en ruinas espirituales.
¿Y qué le espera en el día de mañana? Más oscuridad. Habla tu Hijo de “las tinieblas de afuera”. Allí será “el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 8:12; 22:13; 25:30). ¡Qué cosas! ¡La ruina actual del impío se volverá eterna!
Hoy te doy las gracias porque mereciendo yo tinieblas, lágrimas y dolor, me diste tu luz, tu consuelo y tu gozo. Y mereciendo yo ruinas, me pusiste en tu roca.
¡Aleluya!
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería
Aleluya!, gracias Padre por tanto,
Amén. El Señor no para de colmarnos de bien. Gloria a Su nombre.
Amén, gloria a DIos!
Amén.
Amén 🙌
Un saludo desde Almería.