
“Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado” (Filemón 1:15-16).
Amantísimo Padre:
Tu evangelio es un mensaje de reconciliación. Estoy en paz contigo gracias a la obra salvadora de tu Hijo. Ya no estás airado contra mí.
Te alabo porque esta buena noticia de reconciliación vertical engendra reconciliación horizontal. Si tanto Filemón como Onésimo reciben tu perdón en Jesús, ¿cómo no caminarán juntos para tu gloria?
Este amor fraternal trasciende las barreras socioeconómicas (Filemón y Onésimo) y nacionales (Pablo el judío y sus dos amigos gentiles).
Soy británico, pero me congrego en Almería. En mi iglesia local, hay de todo: hombres y mujeres, jefes y empleados, adinerados y no tan adinerados, españoles y extranjeros, mayores y jóvenes, extrovertidos e invertidos, etc. Son tan diferentes, pero cada uno es un “hermano amado”.
Sí, pueden surgir momentos de distanciamiento entre nosotros por causa del pecado, pero gloria a ti por habernos abierto el camino del perdón para que nuestra fraternidad sea restaurada.
Ayúdame a seguir perdonando a mis ofensores y a pedir perdón a todos aquellos que he ofendido.
Amén.
Pastor Will Graham – Palabra de Vida Almería